A continuación se presenta un
ensayo sobre el artículo “La Computadora como Dispositivo de Comunicación”, escrito en 1968 por Joseph
Carl Robnett Licklinder, quien fue un matemático, informático, psicólogo, y pionero
en el campo de la computación cuyo trabajo sentó bases para la computación
interactiva y redes de tiempo compartido durante la década de los 60’s, así
como la investigación en el campo de las ciencias computacionales. Su visión
guió el desarrollo de la ARPANet, el predecesor del Internet que conocemos hoy
día, y muchas otras ideas de redes informáticas.
Si desea consultar el artículo en cuestión, puede visitar la siguiente liga:
https://drive.google.com/file/d/0B2gLPJlWjh8PU0hlZUhubi1VTEE/view
Si desea consultar el artículo en cuestión, puede visitar la siguiente liga:
https://drive.google.com/file/d/0B2gLPJlWjh8PU0hlZUhubi1VTEE/view
Nuevamente Licklinder nos
sorprende con otra de sus “predicciones” respecto a la tecnología en su futuro
cercano, que viene siendo nuestro presente, a pesar de que para la fecha que fue
publicado este artículo es relativamente reciente y ya se estaban desarrollando
importantes avances en el campo de las computadoras, además de que siendo él un
pionero en él tema se encontraba al tanto de los últimos avances y los
proyectos prometedores. A pesar de ello, aún sorprende su acertada afirmación de
que muy pronto el ser humano sería capaz de interactuar mejor a través de máquinas
que cara a cara, lo que no se necesita resaltar si pensamos en la comunicación de
nuestros días.
Hablando de comunicación, y muy
al estilo de Licklinder, él define que la comunicación va más allá que solo
emitir y recibir un mensaje, a diferencia de lo que únicamente hacen los
mensajes pregrabados, o la consulta de una fuente, sino que involucra también el
proceso que el intercambio de información provoca en las partes involucradas;
es decir, el acto de estar consciente o darse cuenta de que se ha adquirido
conocimiento, y también la formación de nuevas de ideas que le dan el aspecto
interactivo y creativo a la comunicación. Así mismo, deja evidente que está
convencido de que la comunicación digital a través de computadoras hará posible
no solo un medio efectivo de contar con recursos para obtener e intercambiar información,
sino también para el proceso previamente descrito.
Continuando con el concepto, Licklinder
compara a la mente humana con un modelo de comunicación que tiene semejanzas a
la computadora, con la diferencia de que está “moldeado” de manera exclusivamente
personal, y tanto el almacenamiento de información como el qué tipo, cuanta, y
de qué modo se asimila es más subjetivo que objetivo, lo que muchas veces caracteriza
el proceso creativo y la comunicación en general. Sin embargo, para que se
logre la comunicación en modelos estructurados de manera diferente como en el
caso de mentes humanas, se debe confluir en los parámetros diferentes modificando
la estructura o las “reglas” previas para alcanzar a reconocer las ideas, cosa
que no sucede con las computadoras, que funcionan más para tareas de control
repetitivo como cálculos y listados, sobre todo para la época del artículo.
Licklinder expone también el
potencial que la comunicación a través de computadoras supone para las juntas
de trabajo, al permitir mostrar y elegir entre diferentes tipos de información a
la vez que un sujeto expresa sus ideas mediante la palabra hablando. Aunque
para el tiempo sonaba complicado y costoso, el equivalente hoy día seria
cualquier presentación que incluya un conjunto de diapositivas (como en PowerPoint),
donde cada individuo presente tiene acceso a ella y la consulta en diferentes
puntos durante la presentación de lo que se dar a conocer.
Otra cosa que se ha previsto en
el artículo es la existencia y el funcionamiento de diferentes usuarios dentro
de una misma computadora, que dice no solo tiene implicaciones en el
intercambio de información y el almacenamiento de archivos electrónicos, sino también
en la seguridad, siendo requerida la utilización de contraseñas para garantizar
acceso únicamente a quien compete. También prevée una importante reducción en
los costos una vez que más compañías adopten la comunicación digital y se abra
al mercado masivo a través de la producción en masa, cosa que a pesar que no
era muy evidente en aquel tiempo, de igual forma defiende la rentabilidad
comparando los cálculos de costo con la línea telefónica de aquel entonces y traslado
de personas desde diferentes partes de, aunque se enfoca primordialmente en
Estados Unidos, lo podemos pensar a nivel global, cosa que es más sencilla de
entender en nuestro contexto actual. A diferencia de muchos otros pioneros,
Licklinder fue capaz de vivir para ver con sus propios ojos el inicio de tal
realidad.
Casi para concluir, también predice
el surgimiento de comunidades completamente en línea, unidas por intereses en común
y no precisamente un espacio geográfico. Está de más por el momento los
diferentes puntos a los que se puede llegar partiendo de ahí, pero podemos
imaginar que la idea que tuvo se volvió realidad y con una precisión detallada.
Tan solo los lectores de este blog podrían considerarse una comunidad de ese
tipo.